ActualidadOpinión

Traslado de cadáveres a RD: Un negocio tenebroso y redondo que pone en juego hasta el alma

Los mil y un procesos y precios que afrontan familiares para que una persona descanse en paz en el lugar donde nació. El sincretismo se renueva. Una fórmula para el descanso eterno antes y después de la pandemia en República Dominicana. Cultura popular versus costo final.

Es a partir de los grandes éxodos migratorios que se genera una nueva cultura funeraria para la repatriación de un cadáver hacia República Dominicana.

Dependiendo del lugar en donde el dominicano fallezca, los precios del traslado hacia el país natal varían y también los trámites a seguir y las exigencias del país en donde muere, pero eso no es obstáculo para el dominicano, que trata por todos los medios, de dar cristiana sepultura a sus seres queridos en el territorio nacional. Y eso, que el costo es muy alto.

Nuevas fórmulas, nuevas tarifas, más dinero en US$, euros y otras monedas

Calcular el costo total del traslado de restos humanos de dominicanos fallecidos en el exterior, es un proceso complejo y agobiante para quienes necesitan de manera imperiosa, trasladar al fallecido al país, no es fácil.

Iniciando por los trámites burocráticos obligatorios, el proceso se complica, dependiendo de la nación donde ocurre el fallecimiento. Por tal razón, Panorama decidió hacer las investigaciones de lugar de primera mano con dominicanos residentes en el exterior y sus familiares residentes en el territorio nacional.

Sin obviar, por supuesto a autoridades consulares y firmas funerarias y aseguradoras que, por un monto, viabilizan el procedimiento, sin dejar de lado, claro está, la cantidad a erogar para lograr el ansiado entierro, que se ofrece desde el Ministerio de Relaciones Exteriores cuando el caso lo amerita.

¡El traslado de cadáveres se ha convertido en un negocio sin pérdidas!

Aparte del sufrimiento, los familiares, aquí y allende los mares, tienen que pasar mil vicisitudes y se encuentran expuestos a la ley de la oferta y la demanda, a fin de tener el cadáver y velarlo según la costumbre y religión, ambas van de la mano.

En un corto período, antes y después de la pandemia, la repatriación de cuerpos sin vida, ha cobrado un auge espectacular. Peor, el desconocimiento de los trámites que se deben realizar, convierte en víctimas de la depredación a dominicanos, tanto de la diáspora, como a los que residen en el territorio nacional, de parte de especuladores de la muerte. ¿Cómo llamarle de otra manera?

Los que pueden pagar y los que no pueden

Ejemplos, a montones. José W, falleció en la isla de Cerdeña, al caer de un edificio en construcción donde realizaba trabajos. Para trasladar el cadáver se iniciaron los procesos. Conseguir el acta de defunción, solicitud al destacamento de carabinieri (policía italiana) en Olbia, donde residía y falleció. Luego, la expedición del acta del médico forense, explicando las causas de muerte. Los documentos deben ser notarizados, apostillados, con pago de impuestos por sellos y legalizaciones.

Los gastos funerarios de preparación, embalsamamiento de los restos, tipo de ataúd que se adapte a un vuelo intercontinental, ronda cerca de los 40 mil euros, pero esto no incluye los gastos del vuelo, que en el caso que nos ocupa se elevó a más de quince mil euros. Hubo que hacer el traslado desde Cerdeña al aeropuerto de Roma y de este al de Barajas, en Madrid y finalmente, al aeropuerto Internacional de Las Américas. Es decir, 55 mil euros en total para el descanso final en el país.

Si a esto le añadimos los gastos de envío de los papeles y documentos originales a la persona que va a recibir el cadáver, se va elevando el precio.

Antes de que el cadáver toque suelo dominicano, hay que acudir al Ministerio de Relaciones Exteriores (Mirex) a solicitar el permiso de rigor para retirar los restos del aeropuerto, una carta solicitando la anuencia de las autoridades para la entrega del féretro. Esto debe hacerlo un familiar directo del fallecido de manera presencial y dura entre tres a cinco días el proceso, por suerte, es lo único gratuito. Hasta que al fin puede descansar en paz en su terruño natal.

Otro ejemplo, esta vez en Estados Unidos, el hijo de un amigo falleció, se iniciaron los trámites correspondientes para su traslado y posterior entierro en República Dominicana, pero la situación se fue de las manos, al hacerle la funeraria la cotización de todo el procedimiento, el costo ascendió a 20 mil dólares, lo que no incluye la reservación del vuelo, eso es cosa aparte, sacando cuentas, traer el cuerpo sin vida del hijo, salía en cerca de 25 mil dólares, sin contar con los pasajes del padre y la madre.

La decisión final, fue cremar los restos y enterrarlos en New York, lo que tuvo un precio final de 5 mil dólares. Como este caso de referencia, son cientos los que deciden dejar de lado la costumbre ancestral de enterrar los muertos en la patria primaria, la cantidad de dinero se eleva y eleva de manera desmesurada.

Empresas que se han internacionalizado y enriquecido con la muerte

Si los restos proceden de Suiza, en donde existe un conglomerado dominicano importante, Alemania, Holanda, España y otras naciones europeas, el gasto es casi igual, pocos euros más o menos, solo varían las exigencias legales obligatorias.

La empresa Central de Vuelos Ambulancia: Ayuda Internacional, con sede en Alemania, ofrece el servicio de transporte aéreo de cadáveres, para este servicio, si el traslado es de la ciudad de Berna, en Suiza, a la ciudad de Santiago de los Caballeros, el precio es de alrededor de US$75,000.00, según explicó a Panorama, Armando Monroy, empleado de la empresa, mediante llamada internacional directa.

Ellos solo se encargan del traslado por avión de cadáver, para lo que necesitan una serie de documentos para iniciar el procedimiento de repatriación. Y son estos:

Acta de defunción, dimensiones y peso del ataúd, incluido el cuerpo; datos de contacto de la empresa funeraria en el punto de salida, datos de contacto del empresario de pompas fúnebres/persona que recoge el ataúd en destino, carta de porte aéreo (AWB): también puede ser emitida por la compañía aérea.

Y los mismos documentos traducidos al inglés para el permiso de las autoridades suizas. La Central Vuelos Ambulancia es una marca de Vendana GmbH | Sede social de la Sociedad: Engelsstraße 6, 42283 Wuppertal. Sede social de la Sociedad: Wuppertal, HRB 22428. Director general: Adam Mikulski. Procurador: Sebastian Demiet. Estos datos fueron enviados por correo electrónico a esta redactora.

Otra empresa, Riverdale Funeral Home, Inc., localizada en el 5044 Broadway, New York, New York 10034, también se ocupa del traslado de cadáveres hacia República Dominicana.

En su página web, resaltan que “una vez que haya decidido enviar a su ser querido a casa, podemos hacer todos los procesos que se necesitan a través del consulado. El consulado de República Dominicana en Nueva York está ubicado en el 1501 Broadway Piso 4, Nueva York, NY 10036. nos especializamos en envíos funerarios internacionales confiables, integrales y económicos”.

Dependiendo de lo que se considere económico, claro está. Según la disponibilidad monetaria de los deudos, Riverdale Funeral Home, ofrece el envío funerario directo a República Dominicana a “un costo de US$5,999 (unos 370 mil 378.26 pesos dominicanos, al cambio actual), no incluye el tiquete aéreo, lo que incluye es lo siguiente: la tarifa aérea se basa en el peso en kilos y no habrá recargo por este de nuestra parte”.

“Tenemos todos los servicios internacionales profesionales con licencia necesarios para realizar este proceso. Retiramos el difunto del lugar de donde falleció. Tramitamos y realizamos todos los documentos requeridos por el país receptor (esto puede llevar a cabo aproximadamente alrededor de 5-7 días hábiles), un ataúd de metal sellado, un contenedor de envío aprobado por la TSA.

Además, entrega a un aeropuerto internacional local y supervisión en el vuelo internacional del difunto y comunicación con la funeraria escogida en el país receptor (República Dominicana).

Si se quiere un velatorio, el precio aumenta a “7,999 dólares (no incluye el tiquete aéreo)”, esto lo repiten hasta el cansancio para que no haya lugar a dudas ni reclamos, lo que incluye es lo siguiente: “todo lo anterior en el paquete de envío funerario directo, una visita de cuatro horas en nuestra capilla para que familiares y amigos presenten sus respetos, 100 tarjetas de oración con fotos y ramo de flores de ataúd de su elección”.

Si se agrega servicio religioso, es decir, misa fúnebre, que se llevará a cabo en la iglesia de su elección, los que cargarán el féretro a la iglesia y ayudan a dirigir el cortejo fúnebre y honorarios de la iglesia y el clero, sube a “US$ 9,999, lo que en pesos equivale a RD$ 617,338.17 (no incluye el tiquete aéreo), se vuelve a repetir lo mismo.

Una patada al trasero de los familiares del muerto en el exterior

Aunque existe una dependencia de Relaciones Exteriores, denominada Dirección de Protección de Nacionales en el Exterior, lo cierto es que las quejas menudean en torno a la labor que realiza, los trámites y el tiempo que tarda para hacer las diligencias de rigor, dejan mucho qué desear.

Otro ejemplo a resaltar, residente en Chile, con 40 años de existencia, el cáncer que la corroía se vio agravado por el frío del sur chileno, y le afectó los pulmones. Murió en octubre de 2023, y tras múltiples diligencias de los familiares, que hasta utilizaron cuñas políticas del momento, el cadáver no fue devuelto al país hasta el 17 de diciembre de 2023.

Tuvieron que embarcarse en un proceso de angustia y desesperación, hasta que el padre de la fallecida, residente en el exterior, decidió enviar el dinero correspondiente directamente a la funeraria y solo así pudieron conseguir el regreso del cadáver.

Según cuenta la madre de la fallecida, largas y largas del Mirex, hasta que el 29 de diciembre de ese mismo año, el consulado dominicano en Chile les informa que el dinero ya había sido depositado, pero ya sus restos hacía 12 días, habían encontrado el descanso eterno en el país. Se pagó vía directa, ¿Quién se benefició de este truculento negocio? No se sabe.

La queja es recurrente, incluso de quienes solo quieren el permiso obligatorio para que el cadáver llegue al suelo patrio. En conversación telefónica con la dirección mencionada, Melissa, solo así se identificó, explicó que el Ministerio aporta una cantidad máxima de tres mil dólares para la ayuda al traslado, “pero es un proceso que requiere de tiempo para llevarlo a cabo, que puede variar de uno a dos meses, si se aprueba la solicitud”. La pregunta obligada es, ¿y si no se aprueba? ¿qué podría suceder?

Aunque en situaciones de alta vulnerabilidad y debido a las confrontaciones de los medios de comunicación, el Mirex se arriesga y asume el costo total del traslado de los restos, como sucedió con las menores que se arriesgaron y fueron asesinadas en la famosa “Vuelta por México”, el escándalo superó la realidad.

Consultas a exfuncionarios del servicio exterior

Desde 1996 al 2021, formó parte del servicio consular dominicano, RH, expresa a Panorama que “antes, durante y después de la Pandemia, el traslado de restos de dominicanos en el exterior al territorio nacional, no tenía costo alguno, desde los documentos expedidos por las autoridades del lugar donde ocurría el deceso, hasta su llegada al país y posterior entierro eso iba por cuenta del Mirex, esa era la orden que tenían los consulados”.

Así funcionaba. “los familiares se comunican con el consulado y este a la vez con la Cancillería, que procedía de inmediato a iniciar las gestiones. Se exoneraba a los familiares del fallecido de todos los impuestos y trámites, todo era gratuito y el procedimiento tardaba de una semana a 15 días”. La situación ha variado, ciertamente.

Aseguradoras también consiguen lo suyo

Otra modalidad puesta en marcha es la de asegurar, por un monto X, que el dominicano en el exterior, ya esté de paso o sea residente, contrate una póliza de seguro para garantizar el traslado de sus restos a su tierra natal.

En este sentido, el Plan Larimar, auspiciado y creado por el Servicio Nacional de Salud (SeNaSa) es el seguro que ofrece, de manera privada, a la diáspora dominicana, la repatriación de restos mortales. Este servicio incluye trámites legales para la repatriación del fallecido, servicios de repatriación por transporte aéreo al país, gastos desde donde se encuentre el cuerpo hasta el aeropuerto.

De igual manera los trámites aduanales del cuerpo al llegar al país de origen. Traslado terrestre al lugar de velación, culto religioso y al cementerio, respectivamente (hasta un máximo de 25 millas de radio).  Este es un plan independiente para la “diáspora dominicana que retorna de manera permanente o quiere obtener cobertura médica para su familia en el país”.

Lo cierto es que la comercialización de la muerte, las costumbres populares dominicanas y el temor a que suceda un imprevisto que cause el fallecimiento, el traslado o repatriación de cadáveres se ha convertido en jugoso negocio. De eso no hay la menor duda.

 

Comenta esta noticia

Botón volver arriba