Por: Evaristy Jiménez
Haciendo un paralelismo entre lo ocurrido en el quinto juego de la Serie Mundial y la situación actual del gobierno del PRM, es crucial que la clase dirigente del partido reflexione sobre varias acciones de ese inning y lo que está ocurriendo al inicio de esta nueva gestión, que cumplirá 100 días el próximo 24 de noviembre.
Para ser precisos, el PRM, en términos políticos, podría compararse con los Dodgers: el partido ganador de las últimas elecciones y el campeón del reciente torneo electoral. Al igual que los Dodgers, que regresaron de un 2-0 en 1981 para ganar siete juegos de serie mundial consecutivos hasta su enfrentamiento del cuatri juego en el estadio de los Yankees 2024, el PRM llega a este nuevo período con la esperanza de seguir cosechando victorias, pero con algunos tropiezos en el camino que deben analizarse con detalle.
Los errores cometidos en ese quinto juego de la Serie Mundial tienen un paralelo claro con lo que está sucediendo en el inicio de la nueva administración, y lo que también comenzó a gestarse durante la anterior gestión. La diferencia fundamental es que en esta ocasión el presidente Luis Abinader no está presente como el «pitcher abridor» para el 2028, y eso está al parecer afectando la cohesión del equipo de gobierno.
Errores y Desconcierto: El Partido Oficial en Crisis
El PRM, como partido en el poder, está cometiendo una serie de errores que no pueden pasarse por alto. En primer lugar, el protagonismo excesivo de algunos incumbentes, quienes se perfilan como posibles candidatos o «abridores» del futuro, están generando una sensación de caos y falta de unidad. La competencia interna está desbordando las prioridades del gobierno, y las decisiones parecen estar más orientadas a intereses personales que a la estrategia colectiva.
Otro de los grandes errores es la ausencia de una planificación adecuada para presentar las reformas claves que el país necesita. La reforma fiscal, en particular, es fundamental tanto para el desarrollo del país como para consolidar el legado de Abinader y su partido. Sin embargo, de los cinco proyectos que se presentaron inicialmente, solo uno logró avanzar: la reforma a la Constitución. Las demás reformas, que son cruciales para el desempeño económico y social, se han visto bloqueadas o no han generado la reacción esperada ni dentro ni fuera del partido.
Las reformas, la fiscal, la crisis en la Alcaldía de Santiago y la controversia por la designación de Carlos Pimentel, que contraviene la Constitución, han dejado al gobierno y al PRM sin un rumbo claro. Con un PLD debilitado, una Fuerza del Pueblo en una encrucijada y nuevos actores políticos emergiendo, el PRM enfrenta un desafío de gestión que requiere de reflexión y acción inmediata.
Lecciones del Quinto Inning: Jugar para el Equipo
Una de las lecciones más importantes que el PRM debe aprender del quinto juego de la Serie Mundial es la necesidad de priorizar el trabajo en equipo sobre los intereses individuales. Existen muchas quejas dentro del partido sobre la falta de inclusión de miembros con méritos y experiencia, quienes no son considerados en las decisiones claves. A la par, se observa que algunos «jugadores» no están cumpliendo con sus responsabilidades, mientras que otros son sobrecargados con múltiples tareas. Esto genera descontento y falta de cohesión.
Además, no hay una conexión clara entre los posibles candidatos y el objetivo común de fortalecer la gestión de Luis Abinader. El presidente, al final, tendrá que cambiar de rol: de jugador a líder del equipo, guiando al partido hacia una nueva victoria en las elecciones del 2028. Sin embargo, para que eso ocurra, es esencial que todos los miembros del PRM comprendan que el éxito del equipo depende de la estrategia colectiva, no de las individualidades. La clave está en lograr una gestión cohesionada, que esté alineada con las necesidades del país y que logre fortalecer la imagen del gobierno ante la ciudadanía.
El Desafío de los Próximos Años
En este contexto, es esencial que el PRM y su líder, Luis Abinader, entiendan que las caídas pequeñas solo serán eso si se manejan con astucia y determinación. Si, por el contrario, no se toman decisiones oportunas, esos tropiezos pueden convertirse en grandes derrotas para el partido y para el país. La política dominicana vive un momento de alta incertidumbre, con un escenario que se redefine constantemente. La transición hacia los años 2025 y 2026 será clave para todos los actores políticos, tanto del oficialismo como de la oposición.
Por eso, es fundamental que el PRM actúe con visión de futuro, aprendiendo de los errores cometidos y mejorando la estrategia para los próximos meses. A medida que se aproximan las elecciones del 2028, será crucial que el partido esté unido, organizado y comprometido con las reformas que el país necesita para seguir avanzando. El tiempo dirá si las lecciones del quinto juego de la Serie Mundial del 2024 fueron realmente asimiladas por la dirección del PRM.