Por Fernando Quiroz
Santo Domingo. -Su perfil lo iniciaba resaltando que era dominicano. Defensor a ultranza del sistema democrático y de la pureza, transparencia y la honestidad de la administración pública.
José Rafael Abinader Wassaff, el papá del presidente Luis Abinader, fue abogado, político, empresario, académico y experto en administración financiera y presupuestaria
Hijo de libaneses, nació en Tamboril, Santiago, el 2 de marzo de 1929. Falleció en noviembre de 2018, a los 89 años, convirtiéndose en un referente de ciudadano honesto y responsable.
Este trabajo está basado en una investigación que incluyó consultas a libros, fotografías y testimonios escritos.
Ocupó cargos públicos y privados en una larga trayectoria, entre ellos ministro de Finanzas en el gobierno del coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó, líder de la Revolución de Abril del 1965.
Además, desempeñó las funciones de director de Impuestos, Contralor General de la República, y senador en representación de Santiago, en el periodo 1998-2002.
Creyó que el desarrollo y progreso de la nación vinculados a un ejercicio transparente y honesto de la cosa pública.
Su vida fue un balance entre servidor público y dedicación por desarrollar el país vía la educación. Su principal sueño fue ser presidente de la República, posición a la que aspiró varias veces.
Falleció, y su máximo anhelo se cumplió unos 20 meses después en su hijo, Luis Rodolfo Abinader Corona, quien gobierna por el periodo 2020-2024.
Don José Rafael se casó con la señora Rosa Sula Corona y procrearon a José, Rita y Luis.
Mientras que el presidente Abinader se casó con la señora Raquel Arbaje, y procrearon a Graciela Lucía, Esther Patricia y Adriana Margarita Abinader Arbaje.
En la obra “Contando los Días”, 2014, considerada por Editora Panamericana como una apretada memoria de su vida, don José Rafael recoge episodios históricos y anécdotas
Se trata de un destacado académico. Fue electo vicerrector administrativo de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) en enero de 1968. De esta academia llegó a ser rector interino.
En 1966 constituyó O&M Consultores, que luego se convirtió, liderando un grupo de profesores, en la Universidad Organización y Método (O&M).
Vivencias desde niñez
“Arrellanado en un sillón reclinable, regalo de un hijo el Día de los Padres, me asaltan los recuerdos de mi niñez”, escribió en la citada obra.
Fue el séptimo de ocho hermanos, cinco hembras y tres varones. Nació en la Villa de Tamboril, provincia Santiago, el 2 de marzo de 1929. Hijo de José Sesim Abinader y Esther Wassaff, inmigrantes procedentes de Baskinta, un pequeño pueblo cristiano de las montañas del Líbano.
Su padre llegó al país a finales del siglo XIX. Murió a los 56 años cuando don José Rafael apenas tenía 16 años. Fue contador del comerciante de origen libanés Yapur Dumit, prominente empresario del norte del país, a quien le recomendó ideas de negocios anticipadas que resultaron muy productivas.
Recordaba a su progenitor como uno de los pocos libaneses que no hicieron fortuna en la Republica Dominicana, porque no encajaba en el trote de compra y venta de mercancías.
Fue estudiante de derecho en Beirut y había abordado un barco para evitar el casamiento con una joven que no era de su preferencia. Su padre, es decir, el abuelo de don José Rafael, combatía al imperio Otomano (actual Turquía), ocupante represivo del Líbano.
“A mi abuelo le prohibieron los imperialistas la defensa de los cientos de libaneses en rebeldía que anhelaban la libertad”, llegó a escribir don José Rafael.
Su madre Esther Wasaf de Abinader, también de origen libanés, era dominicana por su nacimiento en Monte Cristi.
Cuando su familia se mudó de Tamboril a Gurabito, Santiago, él tenía 8 años de edad.
Evocaba que junto otros muchachos humildes recogían troncos de pino en el rio Yaque del Norte para dirigirlos a un aserradero. Cobraban por esa actividad.
Vivieron en la casa 86 de la avenida Imbert, Barrio Gurabito. Rememoraba que detrás, a unos 100 metros, se movían, lentamente, las aguas del río Yaque del Norte.
Como en Gurabito no había centro educativo asistía a la Escuela Colombia, ubicada a unos 100 metros de la Iglesia Mayor, hoy catedral de Santiago. Tenía que recorrer unos ocho kilómetros diarios de ida y vuelta.
De Gurabito la familia se mudó a la avenida “Generalísimo¨ (actual Hermanas Mirabal), entre las calles 30 de Marzo y General López.
Para subsistir decentemente la familia incursionó en negocios como la siembra de tabaco, almacén de provisiones, tienda de tejidos y agente de firmas extranjeras. Durante esas actividades residieron en Moca, Santiago, Sánchez, Monte Cristi y Tamboril.
Sus hermanas y hermano mayor comenzaron a trabajar para contribuir a pagar el alquiler de una casa en la calle Mella casi esquina 16 de Agosto, frente al Palacio de Justicia. El último sueldo que devengó su padre fue de 15 pesos. Lo comparaba con el de un diputado de Era de Trujillo, 300 pesos mensuales.