Por: Ricky Noboa
Con la fe cultivamos la confianza entre dos seres y sus creencias. El nacimiento de Jesús es un acto de fe que renueva las fuerzas para creer y dar vida a sentimientos y valores de nuestro espíritu que no pueden tocarse, pero se sienten en cada acto de nuestras vidas. Iniciemos el año reuniéndonos con los seres queridos, recordemos al que está lejos, a los que tienen dificultades y al que ya partió para siempre. La unidad nos da seguridad como seres humanos y nos brinda fortaleza para afrontar los retos.
Comencemos el año 2024 con la generosidad que poseemos los seres humanos de dar algo sin esperar nada a cambio. Entreguemos bienes materiales y espirituales disfrutando de ese gesto, aunque no se tenga retribución alguna. Con la generosidad recibimos la recompensa que da la satisfacción de hacer felices a los otros.
Recordemos que el egoísmo encierra al individuo en sí mismo y le hace perder la felicidad de ver el bienestar de quien lo necesita. Los dominicanos debemos abrazarnos en los valores y en la firme convicción de que en el trabajo limpio está la verdadera seguridad de las futuras generaciones; la transparencia que nos dará un clima de tranquilidad para poder desarrollarnos no sólo en lo material, sino también en lo espiritual. Que en este nuevo año reine la felicidad y la paz en todos los hogares dominicanos.