Santo Domingo. – La condena a la intervención militar rusa en Ucrania formulada por el Gobierno dominicano, a través de su Representante Permanente ante la Organización de los Estados Americanos (OEA), Josué Fiallo, está seguida de” un llamado vehemente” al cese de hostilidades y un pedido de urgencia para “el diálogo y la negociación diplomática”.
A su vez, el país ha puesto de relieve que su política exterior “se ha enfocado en trabajar para lograr soluciones pacíficas de controversias y a impulsar un orden internacional que garantice el respeto de los principios y valores que han dado a nuestro hemisferio y a gran parte de la humanidad paz, estabilidad y progreso”.
A continuación, el texto completo de la exposición del delegado dominicano ante el organismo hemisférico.
Consejo Permanente, “La situación en Ucrania”
Señor presidente:
República Dominicana desea agradecer la convocatoria a esta reunión. Queremos expresar en este foro multilateral, como ya lo hemos hecho en otros, nuestro compromiso con el respeto de las normas del derecho internacional, el respeto a las fronteras establecidas, la soberanía y la libertad. Abogamos siempre por la convivencia pacífica entre los pueblos y la solidaridad entre las naciones.
Nuestra política exterior se ha enfocado en trabajar para lograr soluciones pacíficas de controversias y a impulsar un orden internacional que garantice el respeto de los principios y valores que han dado a nuestro hemisferio y a gran parte de la humanidad paz, estabilidad y progreso.
La situación en Ucrania presenta graves amenazas para el equilibrio de la seguridad regional y global.
El reconocimiento unilateral como estados independientes a las regiones de Donetsk y Luhansk, que son parte integral del territorio de Ucrania, y posteriormente con la agresión no justificada, en curso desde el día de ayer, Rusia ha vulnerado principios básicos del derecho internacional: el respeto a la integridad territorial de los Estados; el compromiso de resolver las controversias por métodos pacíficos y de abstenerse de recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza; y el respeto a la independencia política y la no intervención en los asuntos internos de otros Estados.
Esta agresión debe recibir la condena colectiva y activar en nosotros los mecanismos de coordinación para perseguir la paz en Europa y preservar la estabilidad en nuestro hemisferio, siempre reconocido por ser un área sin guerra.
Señor presidente, sabemos que, entre los efectos inmediatos, no sólo estará la destrucción, y muerte, sino también el desplazamiento forzado, la perturbación de los mercados y pérdidas en las economías, especialmente al sector energético y a las cadenas de suministros de alimentos. Estamos al borde de otra tragedia humanitaria de proporciones épicas.
La humanidad ya pasa por momentos difíciles debido a la Pandemia, esta innecesaria confrontación armada nos hará retroceder aún más.
Distinguidos colegas,
Es el momento de estar a la altura de las circunstancias y encausar las conversaciones hacia la paz. Este Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos tiene una oportunidad de expresar unidad, solidaridad e integración, articulando decisiones para responder a esta crisis y sus efectos. Con esto enviamos un mensaje claro, inequívoco de nuestro compromiso con defender aquello en lo que creemos.
Es a la luz de esto que nuestro país hace un llamado vehemente a detener las hostilidades. Es tiempo de privilegiar, con urgencia, el diálogo y la negociación diplomática. Hacemos un llamado a que se detenga la agresión, se revoquen los reconocimientos de independencia recientes, se retorne a los acuerdos de Minsk y a que cese toda injerencia en los asuntos internos de Ucrania, especialmente aquellos pronunciamientos que exaltan bajas pasiones o instigan a recurrir a más violencia.
Como indicamos en la Asamblea General de las Naciones Unidas en días recientes: “República Dominicana no acepta que el derecho internacional sea quebrantando ni que el orden internacional basado en reglas libremente aceptadas se rompa. En el escenario de la violencia y actos de fuerza no habría vencedor. Todos perderíamos, no importa si somos Estados grandes o pequeños”.