Santo Domingo. – Desde hace décadas el puerto de Manzanillo forma parte de la promesa de un desarrollo aduanero que no termina de cuajar al norte del país. Ahora, con el espigón del muelle a punto de colapsar, está entre los proyectos que el Gobierno dominicano espera empujar con el esquema de alianzas público-privadas.
Para llevarlo adelante, primero había que hacerlo atractivo a los capitales privados. Por eso, el Congreso Nacional aprobó hace poco un préstamo de 100 millones de dólares con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) que permitirá recuperar el muelle y construir las vías necesarias para que el puerto se interconecte eficientemente con el resto del país.
El director general de Alianzas Público-Privadas, Sigmund Freund, dijo a El Fronterizo que la mayor parte del financiamiento del multilateral —unos 56 millones de dólares— irá destinado a la mejora de las vías de acceso y carreteras desde Santiago hasta Manzanillo. Otros 44 millones de dólares serán para la reparación y ampliación del espigón del muelle.
Pasos para motivar la inversión privada
“Para este proyecto se hace necesario hacer una inversión inicial en carreteras, que en este caso deben salir del Estado y con esto motivar la inversión privada”, dijo Freund a través de un cuestionario.
En las condiciones actuales, parece cuesta arriba que la empresa privada se interese en invertir en un proyecto que se espera que proyecte la exportación del sector agroindustrial y de las zonas francas de la región norte del país.
En ocasiones anteriores se ha intentado poner en marcha el puerto. Las operaciones se concesionaron varias veces, aunque por poco tiempo. El estudio que hizo el BID sobre el puerto antes de autorizar el préstamo indica que fue precisamente la falta de inversión del Estado en su rehabilitación, lo que ha hecho fracasar todos los planes para reflotarlo.
“La conectividad vial de acceso al Puerto de Manzanillo, tanto de la red troncal como rural, resulta un aspecto crítico para la integración nacional entre los focos más productivos de carácter agroindustrial con los centros de consumo y el puerto, como nodo de importación y exportación”, dijo el BID en su informe.
En las condiciones actuales, parece cuesta arriba que la empresa privada se interese en invertir en un proyecto que se espera que proyecte la exportación del sector agroindustrial y de las zonas francas de la región norte del país.
En ocasiones anteriores se ha intentado poner en marcha el puerto. Las operaciones se concesionaron varias veces, aunque por poco tiempo. El estudio que hizo el BID sobre el puerto antes de autorizar el préstamo indica que fue precisamente la falta de inversión del Estado en su rehabilitación, lo que ha hecho fracasar todos los planes para reflotarlo.
“La conectividad vial de acceso al Puerto de Manzanillo, tanto de la red troncal como rural, resulta un aspecto crítico para la integración nacional entre los focos más productivos de carácter agroindustrial con los centros de consumo y el puerto, como nodo de importación y exportación”, dijo el BID en su informe.