Boston. – La pelota voló por encima de la cerca del jardín central, en medio de un grupo de extasiados fanáticos de Boston. Xander Bogaerts volteó a ver hacia la cueva de los Medias Rojas y mostró sus bíceps, antes de reanudar el trote hacia home.
Éste era el duelo que los Yanquis querían. Y los Medias Rojas estuvieron listos
Bogaerts y Kyle Schwarber dispararon sendos jonrones ante el as Gerrit Cole, y los Medias Rojas de Boston doblegaron el martes 6-2 a los Yanquis de Nueva York en el juego de comodines de la Liga Americana.
Nathan Eovaldi no toleró carrera sino hasta la sexta entrada. Y cuando el juego estaba todavía apretado, Bogaerts aportó también un tiro perfecto para retirar a Aaron Judge en el plato.
Así, los Medias Rojas se clasificaron a la serie divisional de la Liga Americana, donde enfrentarán a los Rays de Tampa Bay en un máximo de cinco juegos, el primero de los cuales está pactado para el jueves en St., Petersburg, Florida.
“Ahora vamos a lo que sigue, y estaremos listos para enfrentar a un gran equipo”, recalcó Alex Cora, el manager boricua de los Medias Rojas. “Al comienzo de la temporada, todos hablaban de que ellos son el mejor equipo de las Grandes Ligas y de que tenemos un gran reto, pero estamos listos”.
Con Bucky Dent como espectador-amuleto y Boone en la cueva por tercera ocasión seguida en los playoffs, los Yanquis naufragaron ante sus rivales acérrimos.
Paradójicamente, Nueva York aspiró a un juego de desempate frente a los Medias Rojas. En vez de ello, los enfrentó en el juego de comodines.
Y el resultado fue una amarga derrota.
“Los chicos están destrozados”, reconoció el manager Aaron Boone. “El final ha sido realmente cruel, pero no hay nada mejor que competir por algo significativo”.
Boston puso fin a la labor de Cole en la tercera entrada y venció a Nueva York en los playoffs por cercera ocasión consecutiva.
Los Yanquis, quienes lideran las Grandes Ligas con 27 cetros de la Serie Mundial en la historia, no la conquistan desde 2009.
Un año después de que las Grandes Ligas no tuvieron más remedio que realizar la postemporada dentro de burbujas en sedes neutrales como medida de protección ante la pandemia, se reunieron en el Fenway Park 38.324 espectadores, el mayor número en el año dentro de este recinto.
Y en una de las rivalidades más apasionantes del deporte estadounidense, hubo en el graderío suficientes fanáticos de los Yanquis como para que surgiera también un duelo de cánticos —algunos insultantes.
Fue el quinto duelo de playoffs entre estos adversarios. Boston tomó una ventaja de 3-2.
Ello no cuenta el juego de desempate de la División Este de la Liga Americana, disputado en 1978. Aquel encuentro fue técnicamente el 163 de la temporada regular para ambos equipos, y los Yanquis lo ganaron gracias al jonrón de Dent por encima del Monstruo Verde.
Boone, ex pelotero de cuadro y actual piloto de los Yanquis, había también roto el corazón de los seguidores de Boston, con un jonrón en la undécima entrada, que puso fin al séptimo juego de la Serie de Campeonato de 2003.
Pero los Medias Rojas no caen desde entonces ante sus enconados adversarios.
Al año siguiente cobraron venganza, remontando un déficit de tres juegos de la Serie de Campeonato. Eliminaron así a los Yanquis, antes de ganar la Serie Mundial, conjurando una maldición de 86 años.
Volvieron a ganar el Clásico de Otoño en 2007, 2013 y 18, cuando echaron a los Yanquis en la ronda divisional.
Ahora, se enfilaron al triunfo desde la primera entrada, con una pelota que aterrizó en el graderío del jardín central.
Aquel batazo de Dent hizo que la pelota pasara apenas por encima del afamado muro del jardín izquierdo, ubicado a 310 pies del plato. En cambio, el de Bogaerts catapultó la esférica a 427 pies, por todo el bosque central.
Cole fue retirado tras aceptar el cuadrangular solitario de Schwarber en la tercera entrada y permitir que otros dos rivales se embasaran sin out. En total, admitió tres carreras y cuatro hits en poco más de dos innings, durante los que regaló un par de boletos y repartió tres ponches.
Por los Yanquis, los venezolanos Gleyber Torres de 4-0, Rougned Odor de 2-0. El colombiano Gio Urshela de 3-1. El dominicano Gary Sánchez de 1-0.
Por los Medias Rojas, los puertorriqueños Kiké Hernández de 3-1 con una anotada, Christian Vázquez de 1-0. El dominicano Rafael Devers de 2-0 con una anotada. El mexicano Alex Verdugo de 4-2 con tres impulsadas.